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29 de marzo de 2006

Escultura de Britney Spears


Esta es la escultura que de Britney Spears dando a luz se estará exhibiendo a partir del 7 de abril en la galería de arte Capla Kesting, de Nueva York. El artista, Daniel Edwards, para darle un poco de controversia al asunto, tituló la obra Monument to Pro-Life: The Birth of Sean Preston, lo cual de algún modo buscaría poner a la estrella pop como icono del movimiento anti abortista, aunque Edwards señala que nunca ha visto en persona o siquiera hablado con Britney, y que su trabajo lo realizó a partir de fotografías.
Pero tal vez lo más interesante de la escultura sea preguntarse qué hace ahí el pobre oso convertido en alfombra. ¿Alguna explicación?

26 de marzo de 2006

Todosantos

Descubrí a Todosantos el año pasado en un festival de música electrónica que tuvo lugar en la Plaza La Castellana. Me dejaron impresionado y a la espera de que reeditaran su disco que, según lo dicho por ellos ese día, estaba agotado. De eso pasaron unos cuantos meses y apenas ayer me encontré el disco en Esperanto y enseguida lo compré.
Pero lo que me hace escribir no es el hecho de tener el disco, ni siquiera la música de la que creo es una de las mejores bandas venezolanas de la actualidad, sino la presentación del CD. Pocas veces, por no decir nunca, me había pasado que al tener un disco recién comprado en la mano no quisiera destaparlo de inmediato para escucharlo, todo por no romper el sencillo pero inteligente diseño que Todosantos nos ofrece como una promesa de viaje a través de su música: el disco, titulado Aeropuerto, viene sellado por una cinta como las que las aerolíneas utilizan para identificar las maletas. Ese hermoso detalle vale el disco. Y vale la pena preservarlo.
Apenas abrí el CD lo puse en mi computadora, lo quemé, devolví el original a su caja, sellé nuevamente la cinta y dejé intacto el empaque como si de un experimentado ladrón de equipajes se tratara.

20 de marzo de 2006

¿Perversión o incredulidad?

Como si se tratara de una versión nudista de aquel viejo libro-juego ¿Dónde está Wally?, he pasado buena parte del día viendo las fotos que están circulando en Internet o que han salido en los periódicos, sobre la sesión que Spencer Tunick realizó ayer en Caracas. Busco a alguien conocido, ¿con perversión?, ¿con incredulidad?, ¿trato simplemente de saber si entre mis conocidos hubo alguien que se haya quitado la ropa para el artista? ¿o es que además de saber si se la quitaron quiero verlos como dios los trajo al mundo y quizás tener luego la oportunidad de decirles "te vi" a ver cómo reaccionan?
Pero lo cierto es que por más que trato no logro individualizar cada desnudo, se me juntan unos con otros como los dibujos de cualquier libro de Wally o como esas figuras que encierran una imagen tridimensional en su seno.
Tunick dice que el desnudo libera, pero a mí sus fotos (y en este caso, las fotos sobre sus fotos) me producen exactamente lo contrario: veo la sucesión de personas y no soy capaz sino de ver una masa, informe o uniforme, deshumanizada, no muy distinta de las que se ven en fotos de campos de concentración o de fosas comunes, como si bastara despojarnos de nuestras ropas para quitarnos todo lo que somos, como si todo lo que somos se pudiera guardar en un clóset o cupiera en una maleta.

19 de marzo de 2006

"Los blogueros destruyeron mi vida"

Tal es la acusación que Judith Miller realizó en el último número de la revista Vanity Fair, comentada por Jack Shafer, quien se siente uno de los blogueros aludidos por Miller.
Para quien no la recuerda, Judith Miller es la ex periodista del New York Times llevada a prisión por no acatar la decisión judicial de divulgar sus fuentes en un reportaje sobre el caso de Valerie Plame. Lo extraño de la sentencia de Miller, es que el asunto Plame se inicia por la violación de una ley que prohíbe dar a conocer la identidad de agentes encubiertos del servicio exterior estadounidense. Quien primero hizo tal cosa fue Robert Novak en una columna del año 2003, y nunca nadie le ha preguntado su fuente ni ha sido enjuiciado por su revelación. Mientras, lo que hizo Plame fue un refrito, tomar lo que dijo Novak y lo que comentaron otros periódicos del caso y construir una nueva nota. Es decir, Miller no tenía fuentes que divulgar y fue presa por protegerlas.
Miller ahora acusa a la blogósfera que comentó el caso de destruir su vida. ¿Fue realmente así o los comentarios fueron la consecuencia del proceso de autodestrucción que inició Miller al intentar convertirse en la bandera de una lucha que ella no estaba peleando?

5 de marzo de 2006

Mariguana electoral

En un concierto de Manu Chao el culto a la mariguana es parte del show. Pero en el concierto que ayer sábado dio Manu en el Poliedro de Caracas (me imagino que también el viernes, pero sólo fui ayer), ese culto llegó desde una arista bastante inesperada y hasta sorprendente. Antes de la presentación estelar, en las pantallas de video a ambos lados de la tarima aparecía frecuentemente la frase "10 millones", en la cual, saliendo por detrás del cero en forma de bajo de corneta, se podían ver las inconfundibles hojas de una mata de mariguana.
¿Una alianza entre la candidatura del presidente Chávez y algún movimiento que promueve la despenalización de la mariguana? ¿Darle un tono irreverente y rebelde a una campaña que, por ser llevada adelante con los inagotables recursos del Estado y no tener ningún freno ni control, puede decir que representa cualquier cosa menos al contrapoder y a la lucha contra las elites? ¿O simplemente una fina operación de creatividad publicitaria donde un consultor dictaminó que había que poner mariguana en los 10 millones porque "a ese concierto lo que va es puro mariguanero, targeting, you know"?.
Pero después de la descarga de energía de Manu, las casi tres horas de entrega total del tipo y su banda, de una pasión y una fuerza musical difícil de encontrar, la pregunta que me gustaría tener la capacidad de responder es cuántos de los asistentes que no se contaban inicialmente en los "10 millones" decidieron que en diciembre votarán por Chávez porque "nos trae a Manu y mira, le pone mariguana a su logo".

4 de marzo de 2006

Anécdotas para recordar

En The Brooklyn Follies, el reciente libro de Paul Auster, al personaje principal se le ocurre la idea de llevar adelante un negocio de biografías de gente normal, porque según él, la mayoría de las vidas simplemente se desvanecen, y las historias que produjeron esas vidas quedan olvidadas junto a ellas.
Por momentos es difícil reconocer si es el personaje o el propio Auster quien dice esto, porque buena parte del proyecto literario de Auster está dedicado, en medio del azar y de personajes que se enfrentan a la muerte o que se salvaron por poco de ella, a rescatar esas historias de la gente común, anécdotas que no sirven para volver a sus protagonistas personajes de novela o siquiera de un relato corto, pero que bien justifican su existencia, su paso por este mundo. Los 15 minutos de fama que nos regaló Warhol, Auster, más generoso, nos los ofrece como una pequeña narración que trasciende nuestra propia existencia: toda vida produce al menos una anécdota que vale la pena contar, guardar y recordarla en las páginas de un libro... o quizás de un blog.